Jueves Santo

Jueves Santo Misa vespertina de la Cena del Señor Lecturas

Así pues, si yo, el maestro y el instructor, os he lavado los pies, debéis lavaros los pies los unos a los otros. Os he dado un modelo a seguir, para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis”.

¿Por qué esta noche es diferente a las demás? Para nuestros hermanos judíos es la Pascua del Señor, cuando los sacó de la esclavitud en Egipto a la Tierra Prometida. Esta es la noche de su redención, cuando el Señor mostró su poder salvador a todas las naciones, y las naciones estaban en el oveja. Este es el pacto eterno con el pueblo de Israel.

Para los cristianos, Jesús se ha convertido en la Pascua del Señor. Por esta noche, Él se dejaría despojar de su dignidad y de su vida y sería llevado al sacrificio como un cordero inocente. Lo hizo para tener vida y, al hacerlo, destruyó los dolores de la muerte. La Pascua del Señor es también un recordatorio de nuestro propio Bautismo, cuando morimos en las aguas del Bautismo para ser restaurados a la vida en la plenitud del Espíritu. Esta es la noche en la que la nueva y eterna alianza será consagrada en la sangre de Jesucristo y la salvación para todos los hombres será la recompensa de su sufrimiento y muerte.

Pero con esta Pascua, viene una responsabilidad. Porque antes de sufrir su pasión y muerte en la cruz, lavó los pies de los apóstoles y nos dio el mandato de lavarnos los pies unos a otros. Todos somos iguales a los ojos del Señor y cada uno está llamado a cuidar de sus hermanos en la por la estación de vida a la que ha sido llamado. Los sacerdotes están llamados a administrar los sacramentos y a llevarnos a Cristo, siempre presente en los Santos Sacramentos. Los diáconos están llamados a servir al pueblo de Dios en su vida cotidiana. Los matrimonios están llamados a ser la imagen de la comunidad a través de su amor mutuo y de las familias. Estamos llamados a ser Jesús como Él lavó los pies de sus apóstoles y nos llamó a hacer lo mismo.

Que Dios los bendiga,

Diácono Phil