Domingo de Pascua

Lecturas del Domingo de Pascua

“Este es el día que el Señor ha hecho, alegrémonos y gocemos de él”.

El pueblo, la tierra, toda la creación canta las alabanzas de la resurrección del Señor. Aleluya. Ha resucitado como dijo.

Jesús en su muerte ha vencido a la muerte y por su resurrección nos ha dado una nueva vida. Esta es la culminación de nuestro viaje cuaresmal. Durante la Cuaresma, se nos pidió que nos apartáramos de las cosas de la carne y nos volviéramos a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas. Hoy, la promesa se renueva en nuestros corazones. Nuestras promesas bautismales son iluminadas por el Espíritu Santo. Y la alianza eterna de Dios con su pueblo se renueva de nuevo en nuestros corazones.

Vivamos hoy como si fuera el primer y el último día de nuestra vida, sin retener nada y entregándonos totalmente al Señor. Dejémonos renovar en su sufrimiento con la promesa de unirnos a Él en la resurrección, pues no hay Domingo de Pascua sin Viernes Santo.

La resurrección nos llama a una renovación del espíritu en el Espíritu Santo y nos llama a compartir esta Buena Noticia. Proclamamos a Jesucristo resucitado y cumplimos nuestra misión y la misión de la Iglesia de ser apóstoles misioneros para todo el mundo.

¡Alégrense! ¡Alegraos! Vuelvo a decir ¡alégrense! Aleluya. Aleluya.

Diácono Phil